En un acto de desprecio hacia la voluntad de los ciudadanos, el Ayuntamiento de Utrera ha decidido destinar dinero público a una cruel corrida de toros, sin siquiera considerar la opinión de la comunidad. Es hora de alzar la voz y rechazar rotundamente este uso inaceptable de recursos en eventos que perpetúan la tortura animal.
Las corridas de toros, una práctica sangrienta que ha sido tildada erróneamente como «cultura», no puede ser justificada bajo ninguna circunstancia. No es cultura, es tortura. Los toros sufren de manera inimaginable en estas «celebraciones», y el hecho de que el Ayuntamiento ignore los valores de compasión y ética al financiar este evento es un claro reflejo de su desconexión con la verdadera voluntad de los ciudadanos.
¿Dónde está la transparencia en la toma de decisiones? ¿Dónde está el respeto hacia la opinión de quienes viven en Utrera? Es inaceptable que el dinero que podría ser utilizado para proyectos educativos, sociales o culturales se malgaste en perpetuar una práctica arcaica y cruel que va en contra de los valores de una sociedad moderna y consciente.
La tortura animal no es cultura, es una vergüenza. En pleno siglo XXI, es hora de evolucionar y dejar atrás tradiciones que causan sufrimiento innecesario. Si el Ayuntamiento de Utrera no puede representar los intereses y deseos de sus ciudadanos, es nuestra responsabilidad exigir que se rindan cuentas. Debemos alzar nuestras voces, unirnos como comunidad y reivindicar un futuro libre de crueldad hacia los animales.
Exigimos que se ponga fin a esta subvención inadmisible y que se escuche la voluntad de los ciudadanos. Utrera merece un gobierno que refleje los valores de compasión, ética y progreso. No dejaremos que la tortura animal se camufle como cultura, ¡basta ya! Juntos, podemos construir un futuro más justo y humano para todos.
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